Salí del Paraguay cuando habían acabado
unas elecciones municipales. Llego a España cuando el 20 D habrá unas
elecciones nacionales.
Me voy a limitar solamente al debate
tenido el 30 N, anotando algunas de sus características.
Fue convocado por el diario EL PAÍS de Madrid.
Debate para internautas, aunque se pudo
también seguir por radio y algún tipo de TV.
Fue un debate para el cambio, pues el
que más representa el no-cambio, Mariano Rajoy del Partido Popular de derecha,
actualmente en el gobierno, se negó a asistir.
Los tres que intervinieron eran jóvenes
y nuevos en la política de primer plano. Pedro Sánchez (PSOE), conocido desde
hace 4 años. Albert Rivera
(Ciudadanos) conocido fuera de Cataluña desde hace un año. Pablo Iglesias
(Podemos) conocido desde las manifestaciones de hace dos años.
Allí estuvo representada la derecha-centro, el centro izquierda y la izquierda centro. Faltó, como
decíamos la derecha-derecha del actual Presidente de gobierno y la
izquierda-izquierda de Izquierda Unida que no fue invitada. Desgraciadamente ni
fue aludida en el debate, aunque integra a fuerzas como el Partido Comunista de
influencia en la historia política española.
Los tres participantes se tutearon y
dirigieron entre sí por sus nombres.
Los titulares de El PAÍS fueron claros-
“Un cuerpo a cuerpo duro y brillante”.
Sánchez defendió el legado del PSOE.
Rivera presentó reformas. Iglesias
reivindicó una nueva Transición.
Hubo coincidencia en hacer desaparecer
la desigualdad existente entre los que mucho ganan y los que poco o nada
reciben. Propusieron a esto
soluciones que eran diferentes pero muy
similares. Otras coincidencias fueron sobre el pacto nacional de educación,
políticas concretas de empleo, etc… Propósitos comunes pero con vías distintas de solución.
Este no fue el único debate que hubo
antes, abundaron en radios y televisiones. Después habrá otros, inclusive más
completos. Pero este enseñó mucho. Y los ciudadanos por internet mostraron sus
preferencias.
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