jueves, 15 de octubre de 2015

CRISIS NACIONAL: PARAGUAY NO SE CALLA


Cuando en un bosque cuatro árboles vemos  con termitas,  cunde la alarma y nos apresuramos a cortarlos.  A nivel  social y político esto mismo ocurre en la sociedad. Nos ponemos en campaña cuando la UNA está corrompida, cuando la educación es desastrosa. Y ya pedimos  la renuncia y planes nuevos.
Pero, ¿y si no encontramos  solamente cuatro árboles con termitas sino el bosque entero? ¿Y si la corrupción no está solamente en la educación secundaria o terciaria sino en toda la política, en la economía, en la salud, en la construcción de viviendas, en la seguridad, en las fuerzas del orden, en la Justicia, en el Ministerio Público, en la alimentación, en las empresas públicas y privadas, en los partidos políticos y movimientos, en todo?
Y este es el problema del Paraguay.
Los secundarios en sus planes de estudios y los universitarios de la UNA en sus estructuras universitarias descubrieron una inmensa corrupción Y los apoyamos.
¿Por qué  precisamente  los jóvenes descubrieron este “lío”?. La respuesta es por ser jóvenes. Para ellos  la corrupción es intolerable y se rebelaron. Los adultos protestamos, pero la esperanza de que desaparezca disminuye por días y nos callamos.
Estamos en una crisis nacional y el “Paraguay no se calla”.
No debemos porque esta crisis es total y lo que queremos es como una refundación del Paraguay.
No es fácil porque en este Paraguay con abundante corrupción la minoría de amos se aprovecha. Y muchos de  los miles de sus servidores,  lacayos y clientes, que, aunque en menor provecho, también ganan.
Y todos ellos como partidos tradicionales y como  empresas ansiosas del lucro ya se han puesto en marcha. Conocen bien las chicanas jurídicas para detener cualquier limpieza. Tienen suficientes “hurreros”, herederos de los “apaleadores” de la dictadura, para hacer fracasar cualquier asamblea democrática.
Va a ser difícil. Pero, “Paraguay no se calla”.


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