viernes, 14 de agosto de 2015

ASUNCIÓN DEL PARAGUAY, CAPITAL DE LA NACIÓN




La  han  cantado los mejores músicos del Paraguay. Pero, también, la han usado y abusado los intendentes y demás cargos “representativos”, que poco o nada nos  han representado. Desde el avión es ciudad verde por la cantidad de árboles. En tierra está llena de baches, veredas rotas y sucias. Ahora les ha  dado a los negociantes por levantar edificios de más de 10 pisos  en barrios residenciales. Eso va contra las ordenanzas municipales, pero con plata  los constructores todo lo consiguen de  la Municipalidad.
La Municipalidad se ha convertido en la mayor fuente de trabajo ciudadana. Cosa importante no por lo que  rindan a favor de la ciudad capital, sino porque esos miles de empleados “politiqueros” aseguran  al intendente y a la mayoría correligionaria de  la junta el triunfo en cuanta votación hagan.
El Papa Francisco dijo en su visita a Bolivia “Digamos NO a una economía de exclusión e inequidad, donde el dinero  reina en lugar de servir”. Esto sucede  en Asunción.
Hay un negocio turbio del  que no se atreven a hablar sobre los Bañados de Asunción. Negocio que exige el desalojo de los bañadenses. Y este plan está en marcha.
Vivimos en los Bañados porque estamos cerca de las fuentes de trabajo en los centros de Asunción. Se nos condena a tener que ir a Capiatá, Itaigua, Aregua, etc… con fuentes de trabajo limitado y a dos horas y media en colectivos chatarras ida y otras vuelta hasta los  mismos trabajos que antes tenían.
Las dos inundaciones han mostrado  la inhumanidad del intendente que va a repetir si Dios no lo impide. Ha condenado a estar sin los  auxilios esenciales (baños, luz, agua chapas y maderas terciadas) a los que desobedecieron su ordenanza.
La situación asuncena es mala para los pobres y no hay esperanzas de que cambien por la falta de garantías electorales en noviembre.

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