miércoles, 8 de abril de 2015

¿CUÁNDO COMIENZA LA CONCIENCIA POLÍTICA?




Para algunos eso de la  conciencia parece que todavía no ha comenzado. Están ajenos a lo que sucede a su  alrededor. No porque no estén informados sino porque no les interesa, no le dan importancia, o porque agobiados por problemas  esenciales de la vida no pueden reflexionar. Simplemente todos estos  sobreviven ajenos porque su conciencia está dormida.
En algunos la conciencia ha despertado, pero enferma.  Por la influencia intensa de un ambiente, un modo de vivir, un partido, engañado y engañador, al que pertenecen, fanáticamente interpretan todo lo que  les  rodea. Su lavado de cerebro ha sido demasiado intenso en algunos. Todos estos tienen una conciencia fanática.
Ahora y positivamente, cada vez, en mayor número y sin interferencias que distorsionen, muchos  ciudadanos nos vamos  dando cuenta de lo  que nos  rodea socialmente y somos capaces de tomar posición ante estos hechos. Tenemos  conciencia social despierta.  Con ellos se puede hablar porque escuchan y, porque tienen un pensamiento asimilado con cabeza propia son capaces de defenderlo objetivamente.
Y aquí nos quedamos.
Pero,  nos resta  todavía dar el gran salto hacia delante.
El paso de la conciencia  social a la conciencia política.
Es  el salto del  pensar, planificar, y tomar teóricamente una decisión para  llevarla a la práctica. Llegar allí es tener conciencia política.
Política es el arte de  intervenir en la “polis”. Palabra griega que significa  en la  ciudad, en el estado, en la vida organizada de una nación.
La palabra clave es intervenir. Y ésta se realiza por medio de un partido o movimiento  o con esa participación ciudadana de la que nos habla el artículo segundo de la Constitución cuando  nos recuerda que somos una democracia participativa.
Hablando a mis compañeros de Fe cristiana nuestro compromiso, desde la Fe en bien del Pueblo, debe de llegar  a la conciencia política vivida realmente en alguna de sus dos formas dichas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario