viernes, 20 de marzo de 2015

ESTUDIANTES “OBSERVADORES”, NO ESTUDIANTES “LEGITIMADORES”




Escribí un artículo sobre la participación de los estudiantes uruguayos en las recientes elecciones generales.
Encuentro una respuesta en el TSJE citando a estudiantes para hacer lo mismo en Paraguay.
Por un lado, me alegro de que esto se realice también en el Paraguay. Pero, sinceramente no tiene credibilidad este TSJE entre nosotros  para hacer esto sin ponerle condiciones.
Me explico.
La creación del TSJE en la Constitución, junto con la Procuraduría de la Nación y el Defensor Público, fueron como  garantías de independencia para conservar tres aspectos esenciales del Estado. Las elecciones, los bienes públicos y la defensa del ciudadano frente a los  posibles abusos de las autoridades contra sus DD.HH.
Desgraciadamente no creemos que hayan cumplido su cometido.
En concreto, y refiriéndonos al TSJE, se escucha con frecuencia la tendencia a no votar por desconfianza a las reglas no  cumplidas en cuanto las elecciones. Lo cual sería un daño grande.
Aparecen como votantes personas ya fallecidas, hay cambios “tácticos” de lugar de votación para favorecer al partido que siempre gana, la compra de votos es descarada y no sabemos que nadie haya  ido a la cárcel por ello, no hay confianza en el recuento final etc... De las sospechas, bastantes probadas de todo esto, hay que purificar al TSJE.
Volvamos al tema. Sería formidable que estudiantes bien preparados y conocedores de la importancia de unas elecciones y de sus reglas, pudieran actuar de observadores.
Dada la realidad del TSJE sería un desafío grande y el comienzo de un nuevo camino creíble. Tan difícil es esto que lo catalogaría como verdadero “milagro” social y político. Por eso dudo, lamentablemente que este proyecto de estudiantes observadores se pueda o quiera hacer entre nosotros.
Porque, cuidado con emprender este proyecto para  partidariamente hacer a estos jóvenes “legitimadores” de la mentira. Sería manipular a personas  que todavía son limpias. Sería una   burla ciudadana.

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