lunes, 19 de agosto de 2013

LA POBREZA, CLAVE PARA GOBERNAR EL PARAGUAY



Si me preguntaran cual sea un eje central, que tocándolo se tocan todos los demás aspectos del país diría que es la pobreza extrema que tenemos.

Es un punto al que todos los problemas confluyen.

Y la carencia de trabajo es  su mayor causal. No disminuirá la cantidad de pobres si no aumenta  el trabajo. Y un trabajo no de entretenimiento (changas, maquila) sino un trabajo digno en sus condiciones materiales, salario, seguro social y jubilación.

Pero de nada serviría que existiera trabajo en estas condiciones si no hubiera una preparación a su altura. Y esto supone demasiadas cosas: educación formal  y preparación técnica. Y antes de eso, que desaparezca la debilidad mental que tienen bastantes  personas de nuestra población, causada por la misma pobreza. Al no tener los medios económicos suficientes (por la falta de trabajo) no tienen la alimentación adecuada en los cinco primeros años de la vida.  El efecto es que las neuronas del niño no llegan a “ensamblarse” como debieran. Un verdadero círculo vicioso, del que es difícil escapar.

Trabajo para gente preparada, pero carentes de valores humanos, democráticos, políticos, sociales, culturales, solidarios  y religiosos, solamente serviría para dar nueva vida al sistema en crisis que tenemos y  esto inutilizaría el esfuerzo realizado. Y aquí entran la labor de todas las familias (reserva práctica de  valores) y las Iglesias y religiones (fundamento y práctica colectiva de ellos).

Y en la creación de trabajo, del personal preparado y de los valores de la sociedad, tiene una influencia decisiva, para llevarlo a la práctica, la clase  de Gobierno electo.

 Me he fijado solamente en cuatro puntos. Cada uno tiene centenas de conexiones con sus aspectos sociales, culturales, económicos o religiosos.

Repito: el primer deber de un gobierno en un país como el nuestro, es dedicar sus mayores esfuerzos para afrontar la pobreza en el Paraguay.

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