Pocas veces me he
sentido más impactado con los problemas de los Pueblos indígenas como el
viernes 5, en radio Fe y Alegría 1300
AM, hablando con dos mujeres indígenas guaraníes, una de la región oriental y
otra de la occidental.
Venían de un Congreso
de Mujeres de la Nación Guaraní,
celebrado en el ex Seminario Metropolitano.
Su recuenta de la
historia de su Pueblo, que les califiqué de “sangrante”, estaba repleto de
palabras y frases como “nos preocupa, sufrimos, es causa de mucho sufrimiento, nos
atropellan, desidia del gobierno, no se
adecuan a nuestra cultura, estamos en estado de vulnerabilidad etc.…”
Todo ello referentes
a realidades muy concretas: campesinos que les quitan sus tierras, narcos y
sojeros que les talan sus bosques, petroleras
que les invaden, estado paraguayo que no cumple sus compromisos con la Constitución, violencia y discriminación, encerramientos en
estancias etc.…
Y sus propuestas
comienzan con la del título “El empoderamiento de las mujeres, mediante el
conocimiento de sus derechos y capacitación continua en temas relacionados a los derechos
territoriales reproducción, laboral, educación y salud”.
Se comprometen con el fortalecimiento de sus organizaciones
indígenas.
Pero sobre todo
exigen al gobierno con fuerza: la creación de
una Dirección de Mujeres Indígenas;
un Programa de Seguridad Alimentaria que
tuviera en cuenta la inclusión de vacunos menores con un acompañamiento
técnico; la titulación de las tierras y territorios indígenas; el castigo por
parte del Gobierno a los que talan los bosques y a los que contaminan las aguas
con las fumigaciones; la defensa de las
semillas nativas que van desapareciendo; que se cumpla la ley nº 3231/07 que creó la Dirección General
de Educación Escolar Indígena etc.…
Quedé tan impresionado
con todo lo que me hablaron estas dos mujeres que de esta conversación sale un programa con ellas cada diez días y ya no de media hora sino de una
hora.
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