Es necesario que, cuando se va
a cumplir un año del golpe
parlamentario, la ciudadanía conserve un testimonio vivo del proceso que hizo
la ciudadanía y que constituye un verdadero hito histórico en nuestra
Democracia.
Se inició el 22 de agosto del 2012
y concluyó el 22 de noviembre del mismo año en un juicio oral, público,
democrático y participativo que se realizó en la Plaza de la Democracia.
De acuerdo a la fecha definida por
el Tribunal el Equipo de Investigación presentó la acusación,
los testigos y pruebas el la sesión del 22 de octubre. Dado que el
Parlamento Nacional, a pesar de la notificación correspondiente, no nombró a su
abogado defensor, el Tribunal del Juicio Ético le asignó un abogado defensor de
oficio.
“Durante el Juicio Ético del 22 de
noviembre, luego de escuchar a las partes, el Tribunal deliberó a puertas
cerradas y posteriormente dio a conocer el veredicto, en el que condenaba la
conducta de diputados y senadores
(período 2008-2013) y los declaraba personas no gratas al Pueblo del Paraguay
por sus reiteradas
violaciones al orden constitucional y legal, que dificultan la
existencia del Estado social, democrático y de
derecho”.
“El Juicio Ético contó con la
participación de organizaciones populares y de sectores democráticos de la
sociedad. Se recogieron 1,464 firmas en
la carta de adhesión y hubo un Pronunciamiento
de Observadores Internacionales del Juicio Ético. La Organización
Decidamos hizo una encuesta telefónica en la que consultaba
si el Parlamento Nacional debería ser absuelto o condenado por el Juicio al
Parlamento. Unas 2.150 (88,6%) personas indicaron estar de acuerdo con la
condena, mientras que solamente 276 (11,4%) personas consideraron votar por la absolución de los
parlamentarios”.
He querido copiar casi
literalmente lo escrito en el libro
sobre el “Juicio Ético al parlamento” de
la Plataforma
de Organizaciones Sociales por la Democracia.
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