Por supuesto que el
mayor ha sido interrumpir el proceso democrático por el que iba avanzando el
Pueblo. Y lo consiguieron quitando el Presidente legítimamente elegido por mayoría. Pero, es al Pueblo al que dañaron.
Pero , después de dos
meses vemos otros efectos no positivos.
Por ejemplo el comienzo
de las conversaciones oficiales con la Rio Tinto Alcan. Algo tan grave que si
se quisiera firmar un tratado con esta
multinacional, es necesario un referéndum en el Pueblo diga su opinión. Esta empresa quiere
gastar una cantidad de electricidad seis veces superior a lo que emplea toda la
industria paraguaya, dándonos esta 320.000 puestos de trabajo , mientras que la Rio Tinto Alcan solamente nos dará 1.200
empleos. Además quiere la electricidad subsidiada a casi un 50%. Además dañaría nuestra
agricultura gravemente con la lluvia
ácida que provocaría.
Por ejemplo los
despidos escalonados que va haciendo sin respetar las mínimas reglas laborales,
mientras que el Ministerio de Justicia y trabajo calla. Estos puestos son
ocupados por correligionarios con la idea de ganar votos duros para las
elecciones. Así también se van adueñando d e la plata del estado para los
gastos electorales del 2.013.
Por ejemplo, y esto es
aun más grave han dividido a la ciudadanía paraguaya. Una nación pequeña
dividida está perdida. Han enfrentado a la derecha contra la izquierda. Nos
recuerdan los tiempos de la dictadura cuando el ser llamado comunista, zurdo,
de izquierda o socialista era causa para perder el trabajo y ser alojados en
investigaciones. No hemos llegado a tanto, pero nos vamos acercando.
Cuando el Paraguay nos
necesita a todos unidos y con fuerza caminando, el golpe de estado nos ha
detenido en la marcha y nos opone unos a otros.
Los que esto hacen sirven a mammón, “la plata segura” de los dueños del Paraguay. Y, por todo esto, nos resistimos.
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