jueves, 10 de junio de 2010

¡GRACIAS SEÑOR, POR MONS. ROLON!


Mons. Ismael Rolón se nos ha ido al cielo y hemos dado cristiana sepultura a lo que fue soporte material para que este hermano nuestro pudiera vivir entre nosotros 96 fructíferos años.

En estos días repetimos con gozo sus anécdotas y palabras. Y todo en medio de la dictadura cuando nos mostró su espíritu fuerte y de fe. Por ejemplo su renuncia del Consejo de Estado creado por el dictador para disimular su dictadura. Aquella suspensión de la procesión en Caacupé el 8 de diciembre para impedir que el dictador asistiendo unos minutos a ella se pavoneara de creyente públicamente. La excomunión al Ministro del Interior Sabino Montanaro y su esbirro Pastor Coronel. Por sólo citar algunos recuerdos.

Y todas estas decisiones tomadas con sencillez y humildad por una persona, que solamente quería el bien de sus hermanos. Ciertamente Mons. Ismael Rolón fue un gran paraguayo, un gran cristiano y un gran amigo de todos.


Por eso al decirle adiós con un“¡Hasta pronto!”, sentimos en el alma dos sentimientos contradictorios. “Cuando un amigo se va algo se muere en el alma”. El dolor de que se nos fue un amigo. Pero al mismo tiempo de alegría porque lo sentimos junto al Padre.

Estas pobres letras quieren ser un agradecimiento a Dios porque nos dio un arzobispo en Asunción como Mons. Ismael Rolón.

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