lunes, 26 de abril de 2010

LOS GRANDES DESAFÍOS DE LA IGLESIA (II)


El tercer desafío es la falta de acercamiento a los niños y los jóvenes. Y en el fallo de los pederastas no se trata solamente de “castigar a los culpables”. Hay que ir al fondo del problema que posiblemente tiene que ver con la composición del clero y con una separación que se da entre Iglesia y juventud.

El cuarto desafío es el abandono del misterio, entendido como experiencia religiosa radical. Tenemos que ser transmisores del gozo de que haya Dios y de que la Vida sea misterio. Y en esto tenemos que aprender mucho de las religiones orientales.

El quinto desafío es la falta de celebración humana y cristiana en la Comunidad. Posiblemente será el Pueblo el que enseñará a celebrar a un clero que ya no sabe ser celebrante.


El sexto desafío es la soledad en que viven millones y millones de personas perdidas en la miseria económica, psicológica y social. La Iglesia tiene que ser el espacio de compañía para los que viven muy solos.

El séptimo desafío es la falta radical de liderazgo. Es necesario que surjan de las comunidades nuevos pastores (testigos de Jesús), con celibato o sin celibato, varones o mujeres, que las animen, no por encima de ellas sino como hermanos del “gran Pueblo sacerdotal” que es la Iglesia.

Agradezco al teólogo Xavier Pikaza el ayudarnos a pensar con estas ideas.

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