lunes, 30 de noviembre de 2009

ENCONTRARLE SENTIDO A CADA DÍA

“Vivo porque el aire es gratis”, me dijo una joven. Otros no saben ni para qué se levantan por la mañana. Luego, de noche no saben lo que hicieron durante el día.
¿La vida?. Un aburrimiento, salvo algunos momentos.

Y, si esto es así, no me extraña que muchos procuren huir y evadirse. Y la droga es el medio para hacerlo.

Por eso, es necesario un verdadero aprendizaje para encontrarle sentido a la vida. Y no a toda en general, sino a cada día de ella en concreto. Pero, ¿cómo?.

Todo esto será muy difícil si la sociedad no me da ningún papel en ella y si soy de los que “sobran”. Si vivo en soledad y no tengo pertenencia a ningún grupo. Si nunca he sentido al ser querido y por eso me resulta casi imposible salir de mi egoísmo y pensar en algo fuera de mi persona.
Y, sin embargo, aun en estas circunstancias tengo que encontrar un sueño o varios que me digan que vale la pena vivir hoy. Y esto no es voluntarismo. Es defender la razón de estar vivo.

De todo lo dicho brota, con permiso de Jesús, inventar una nueva bienaventuranza. “Dichosos los que ayudan a sus hermanos a encontrar algo por lo que vivir cada día, porque ellos descubrieron la vida y la siembran como una valiosa semilla”.

Pero, ¿querremos? y ¿cómo hacerlo?.

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