miércoles, 23 de septiembre de 2009

DIÁLOGO, NEGOCIACIÓN, CONCENSO


Me lo dijo una persona que había entrado en un alto puesto de gobierno después del 15 de agosto. Y, desde entonces, he hablado y pensado mucho sobre este tema.

Y lo primero que me di cuenta es lo mucho que estamos llenos de prejuicios.

“El diálogo con el adversario, y más si tiene mala fama y me van a sacar fotos con él, resta credibilidad”. Lo cual es un absurdo porque se supone que en este mundo el trigo y la cizaña por mucho tiempo tienen que crecer juntos.
“La negociación es de personas débiles”. Propiamente, es al revés. Solamente el fuerte y con alta autoestima se atreve a acercarse al que piensa de otra manera y, tal vez, no lo quiere ni respeta.

“En el consenso siempre salgo perdiendo porque tengo que ceder algo que es mío”. En realidad es lo contrario, porque en todo consenso los dos salen ganando, aun a costa de ceder algo menor.

En verdad, si algo nos falta en el Paraguay, es hacer nuestros los tres conceptos expresados en el titulo de esta columna. Porque pareciera que años de dictadura, con la consiguiente falta de democracia, nos hayan robado la capacidad de dialogar, de negociar y de llegar a acuerdos.

Si no hacemos esto, poco o nada vamos a avanzar en el proceso de Cambio. Nos quedaremos empantanados, sin pena ni gloria, en la Historia.

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